viernes, agosto 18, 2006

I.Q. de un Armatoste


La máquina otra vez. Ese tema gastado que tanto me gusta está haciendo ruido en mi cabeza. ¿La máquina al servicio del hombre o el hombre al servicio de la máquina? Es motivo de burla, reafirmar que la destreza de los brazos mecánicos ha superado en demasía a la de varios profesionales del lanzamiento de jabalina. Y hay días que despierto adolorido -como hoy- y me gustaría poder simplemente reajustar unos cuantos tornillos para echarme a andar, unas gotas de aceite en las bizagras de mi cuerpo para ya no rechinar a cada paso. Y nada, miro al espejo y sigo siendo un patético descendiente de Adán, un debilucho de cuerpo trasijado, un iluso que sueña en perder de nuevo una costilla. ¡Adiós superhombres! ¡Hasta nunca semidioses! ¡Huyan lo antes posible, escapen del azote broncíneo de un gigante electromecánico! Un nuevo grupo de superhéroes invencibles se apodera de la tierra, la toman en un abrazo impersonal, frío e incómodo, sin la blandeza maleable de la piel humana. ¡Vienen por nosotros! A quitarnos el trabajo, a callar los pensamientos... Refugiémonos en el mar, en el piélago abismal del Atlántico, volvamos a ese útero primigenio que nos resguarda, al elemento esencial; el agua. No es de extrañar que las máquinas fallen y echen chispas al contacto con el agua. ¡Pero no! ¡Se han superado! Hay ahora anfibios inmunes a los líquidos, cyborgs que nadan con la naturalidad de un delfín, vienen hacia nosotros, abren sus bocas de cable, estamos perdidos...

(Ilustración-Almacan)

1 comentarios:

Goyitrina dijo...

De todo se ha hecho con el tema (incluido las insipidas peliculas de terminator) pero no cansa mucho.

Menos hoy que dependemos tanto de maquinas. Es comun escuchar un "no puedo vivir sin la pc"...

Si se armara la guerra: ¿Quien ganaria?...