A ella que solo existe en los desvaríos de mi pesadilla adolescente:
Ahí estamos, solazándonos en el recogimiento religioso de un páramo benévolo, gozando las texturas de un valle de hierbas deliciosas. Tú eres quien imagina, me imaginas. Dibujas las aristas de mi moza presencia en las grutas oníricas de tu memoria felina. Olvidas para volverte a enamorar, para que el tiempo no asole con su ariete implacable la efigie que han forjado mis encantos en tus ojos. Entonces con mis ojos de fantasía, sospecho la fragilidad de nuestro idilio, lo volátil de mi ensoñación amorosa, de mi ilusión estéril por ser creado entre tus ingenuos pensamientos. Y pienso que todavía no me he procurado las heridas suficientes, las tragedias necesarias para escribir bellas oraciones lastimosas. Y le pena de la que hablo se queda apenas en la tibieza de la pusilanimería, en ese légamo inconsistente de mediocridad sufrida. Me estaciono en la rutina innoble de padecer en silencio a un mundo al que se le pudren los colores, a seguir una vida soterrada bajo el yugo de una metrópoli paranoica. Es por eso que no salen las palabras cuando te veo, cuando me sueñas, han quedado enmerdadas, estancadas en un albañal gangrenado, anegadas en la cañería del hastío. Todo esto y más me gustaría decirte el día en que porfin te conozca.
(Ilustración - Andrew Mamo)
sábado, agosto 12, 2006
A ella a quien todavía no conozco...
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2 comentarios:
Saludos a todos por allá, solo pasaba de visita. al parecer andan amorosos, que bueno. Me gusto este post, digo que otra cosa es amar sino imaginar que el otro nos imagina y dudar siempre de que sea suficiente. Me gusto, realmente me gusto. por aquí nos vemos luego.
Saludos
Los neonidas estan romanticos...
Uff..
Pero se les da tan bien como el estilo crudo y macabro!!!
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