Discurso disimulado acerca de la cuestión gitana.

Antes del discurso pastoril de los mastines napolitanos ,antes de los pajes barracuda que andaban como glándulas desatinadas en el coctel de las bodas fantasma, aún antes de las colmenas de musulmanes en pupúrea insistencia a la lectura pública de naipes, estaban los Gitanos y no los ahora Gippsie foragidos que nos acercan a los beneficios de una Mastercard, mediante la malvada anunciación de los beneficios abusando de la mentira y bestialidad de las comodas mensualidades. Vale más entender esta cuestion de rubio sobre rubio asesinado partiendo del origen y su pronto término. El gitano en la Europa media solía ser tan peligroso como la aparición de gametos libres en el utero de una medusa. Eso el verdadero gitano. La cuestión gitana (la del calo y la de los treboles medicinales en bolsitas de Té), comienza con el desconocido sindicato de hombres pájaro encargados de lo más despeinado de los jardines flotantes de Babilonia y termina con la llegada del hombre a las Américas. Lo demás nos lo dijeron cantando Lorca de Granada y Ornelas de Galicia mediante el uso demedido de bandoleones y guitarras portuguesas. Los gitanos ya no existen, están como la cola muerta de la avispa recordado sus maléficos dotes de aparente medicina. Al que se diga hoy gitano que se le atore la columna en el craneo. México se nos ha llenado de jovencitas que se lamentan del tercer mundo y de su Latino América (ponen en vigilia al incienso y hacen yoga) diciendose gitanas sólo por sus aretes con diametro de esqueleto de esfera china, que se las estrellen en la cabeza; niñas idiotas:! Qué no saben que las Americas son las Indias y que ahí hay dos banderas una para anunciar el abismo y otra a sus ballenas!