El mar se está secando. Es ahora una gran costra de tierra seca, un pantano de lodos resquebrajado, una ciénaga áspera de polvo y roca. Cuerpos fláccidos de morsa, cardúmenes en su nadar esquelético, sapos y más sapos sobre aletas de ballena. Y los niños buscando lombrices para encerrarlas en frascos, removiendo terrones para desenterrar juguetes. Arrancando corales y haciendo látigos con algas. Caminando solos sobre ciudades sepultadas, recibiendo en la espalda el sol de ese último verano. Trazando en el lodo moriscos serpentinos, reinventando un álgebra de incógnitas telúricas, buscando afanosos un insecto de colores. Y nada, el mar se ha ido para siempre.
lunes, octubre 09, 2006
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1 comentarios:
Alucinante. Neonidas: una visita obligada a la novelita (por el tamaño, deben ser unas cien páginas) Demasiadas vidas, de Pedro Ángel Palou, les permitiría conservar ese tono tan melan(l)có(hó)lico y disfrutable. Saludos...
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