La lírica de las artes marciales, el paso ligero del ninja sobre el estanque, su braceo simulado mientras escala una garita. Golpes al aire, ensayos de puños partiendo bocas y empeines doblando nucas, saltos para nada. Y oriente en la memoria del olímpico Kendoista, remembranzas de Confucio, té y gallos entre las piernas. El combate; rito suntuoso de estiramientos y despliegues, añoranza estéril de felinos. Danza acompasada de alientos húmedos, de amagos al vacío. ¡Yao t'ou pei wei!
sábado, septiembre 23, 2006
Patuan
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