viernes, agosto 04, 2006

Transcontinental de Luna

-El desierto es la espalda de un gigante echado al sol. Un médico enorme le toma el pulso con su estetoscopio de luna y escucha los sonidos de arena y viento debatiéndose en el pecho de su paciente...- escribe Francine en su cuaderno de notas. A bordo del transcontinental Moon-fast contempla al desierto en un combate encarnado con la noche, sospecha una lucha silente por un título etéreo de grandeza. Con sus once años Francine está nerviosa, siente como si esas tierras la estuviesen atravesando con su dilatada vastedad. La luna desde su nicho de estrellas la vigila, ajusta su fulgor acuoso al sentimiento de la niña. El ritmo acompasado de la maquinaria no la deja dormir. Se entretiene dibujando esqueletos de cetáceo en la ventanilla humedecida, pensando en buzos con escafandra haciendo su marcha submarina y entonando inaudibles cánticos de burbuja. Otra vez la punzada en el bajo vientre, un presagio de humedad en medio de la aridez desértica. Mira la luna con femenina complicidad, se toca esa zona oscura de la entrepierna y con blanda satisfacción sigue dibujando corales y monstruos en la ventanilla humedecida.

(Ilustración -Andrew Mamo)

3 comentarios:

Édgar Adrián Mora dijo...

Estimado (a?), aquí devolviéndole la visita. Muy buen blog. Acerca del libro de Yépez, se consigue en las librerías Educal del CNCA. Yo lo consegí en la que está en el Centro Cultural del Bosque (atrás del Auditorio Nacional).

Neónidas: dijo...

fábrica de polvo... Respecto a nuestro sexo, cambia día con día. Hay días en que nos sentimos más femeninos y otros más masculinos. Supongo que eso pasa con todos. Muchas gracias por el dato del libro. Y bienvenido sea a este mísero espacio..

Anónimo dijo...

Joseph, Genial.

"estetoscopio de luna"