jueves, julio 13, 2006

El decadente pseudo madrileño y la llegada de Ratzinger a la Valenciana ciudad del metro rock


Como las hojas toman vuelo y el cuidado de la piel es cada vez más inminente. El terrible deslizamiento de la iglesia nos perpetua y nos adecua a sus niveles de superposición extrasensorial y añoranzas poco positivas. Ratzinger pisa Valencia y llega al Metro Jesus donde hace apenas varios días mueren más de 50 personas. ¿La ira de Dios? ¿La llegada del analfabetismo? ¿Un conductor amante de la velocidad underground? Nada de nada. Intereses poco elocuentes y algunas viejas que derraman lágrimas por culpa de nadie. Benedicto ilumina con sus pequeñas garras a las tristes familias y en las sombras se alcanza a vislumbrar un egolátra sentido de culpa. El llanto se queda en llanto y ni la cruz y ni el mismo deudor de Dios puede con la tragedia de una muerte reciente.

2 comentarios:

Gerardo de Jesús Monroy dijo...

La ira de Dios siempre nos ha acompañado.

Anónimo dijo...

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