sábado, julio 29, 2006

El crimen de Neptuno

El cuerpo de un niño de nueve años fue hallado flotando en la fontanna de Trevi. Toda la gloria del insigne monumento, su barroquismo presuntuoso, la galanura estática de los pegasos en su vuelo de mármol; auspiciando la desgracia de un infante. ¡Oh pérfido Neptuno! Has atravesado con tú tridente la garganta inmaculada de un niño. Has agitado las aguas de un templo construido en tú honor, y para colmo has dejado marchitar los deseos que llegan a ti en forma de monedas. Esa Roma de 33 grados centígrados, sudorosa y exhausta, le ha perdido confianza a las fuentes. Y ahora sospecha una indecible maldad en el borboteo constante de sus manantiales urbanos. ¡Neptuno, le has robado un hijo a Roma! ¿Qué harás -deidad marina- para justificar tú fama en en los periódiocos? El cadáver se ha encontrado con los puños rígidos, pesados, escondiendo en sus manitas prensadas un lúgubre secreto. Se van abriendo los deditos y se escucha el choque de las monedas. Se ha desentramado el caso; un niño -¡Oh Neptuno!- te ha querido robar los deseos conferidos en tú nombre.

2 comentarios:

Mamá-Z dijo...

Por blogs como el tuyo es que vale la pena navegar en la red -a riesgo de quedarse empantanado en aguas lodosas, que las hay... y muchas-.

Por blogs como el tuyo vuelvo a afirmar que siempre, todos los días, puede uno encontrar buena escritura, excelente escritura.

Gracias

Lety Ricardez dijo...

Un excelente texto, sin desperdicio de palabras Neonidas,

Gracias por permitirme conocerte