El efecto de un sueño lisérgico, un estallido de luces chillonas lanzando su aullido lumínico en resplandores fluorescentes. Un zumbido constante, un tono perenne de estática fulgiendo. – Bzzzzzzz… - es la oración de los escaparates, de los anuncios espectaculares, de los perímetros de miles y miles de edificios. –Bzzzzz…- señuelo evanescente de noctámbulos buscando un hot-dog en la madrugada. El neón, halo inmaculado que santifica ciudades, luz redentora suavizando contornos. Me gustaría beber tú líquida presencia y encender mi pecho con un verde radioactivo. Fundirme en tú envolvente centelleo eufemista, que disimula y no acusa despóticamente como la luz del sol. Hong Kong, santuario sacratísimo de nuestro señor el neón.
jueves, julio 13, 2006
Sacramento
Publicadas por Neónidas: a la/s 12:49 p.m.
Etiquetas: religión
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
También pudieron haberlo titulado "La oración de los escaparates".
What a great site Chateau renault powerball inkjet catridges Casinos in the vigin islands Actual answering machine messages Ionamin hydrochloride hot tub bingo game Wax+for+car
Publicar un comentario