A ella que busco desde Lisboa...
...y que no aparecerá...
...y que no aparecerá...
Te miraré pensando ajena, medias a rayas, zapatillas rosas levantando un par de nenúnfares tus rodillas. Cruzaremos una ligera sonrisa y levantamiento de cejas proveniente de tu mar. Tú, labio en zarzamora y paciente Proust entre tus manos, sorteando las hojas en cristal y ligera mueca de asombro. El metro llegará pronto oruga de viento subterránea para llevarte antes de mi visión. Me acercaré mano sudada, torpe simular, crujiente deseo de sostenerte entre mis piernas temblorosas. Sentada en flor camino de Swann, me sostendré de mi epifanía para soltar a tu oído caracola de nieve las palabras hundidas, tocaré ligeramente tu mano y te diré tan cerca, pendiente de estrella en caída al hombro. Precisa escucha tomarás de tus labios pulpa de vitamina C para mis púlmones en nicotina y me dejarás hablar;
"Escucha, no sé tu nombre, no sé tu edad, no sé de tus ojos sobre Praha o de tu caminar en la nieve, pero sé de nosotros, de como nos vamos a amar entre las temporadas venideras, te miré sostenida en mi regazo y estupor de nube, nos miré en una ciudad lejana inventando al tiempo, bebiendo mate y absenta a la luz de una velada eléctrica, te sentiré entre mis brazos cefalópodo loco en tu cintura, caminaremos en alguna calle sobre el pasar de la niebla nocturna, nos tomaremos la mano en agua para sentirnos seguros y no perdernos en el laberinto, surfearé en tus pestañas incognitas olas bajas de mi porvenir, te besaré al segundo y probaré tus labios deliciosas dunas en gelatina de limón, reirás de mí, nos amaremos, nos enamoraremos y pasarán las temporadas mientras hacemos el amor investigando en nuestros cuerpos cálidos húespedes de nuestro libido, te leeré un viejo poema a mitad de un concierto violento, jugaremos en el bosque mientras el lobo no está y serás el hada de mis sueños en invierno; fiesta de diciembre, calabaza dulce, huevo en chocolate y crema, y un día será muy temprano; me levantaré silencioso y pensativo mientras tú todavía dormirás, me vestiré de azul callado y haré una maleta, entre suspiros y días pasados saldré por la puerta no sin antes mirarte por última vez tan dormida espalda de cascada espiral al hombro de tinta y aguja, prenderé un cigarrillo y me iré sin despedirme, miraré a los perros y a los viejos en sus mundos acuáticos, inhalaré el ligero viento de la mañana y tomaré el primer autobus hacia la nada del firmamento."
Me escucharás y el metro ya habrá pasado, nos levantaremos y saldremos hacia la calle aerosol con una risa traviesa y nerviosa, tomaremos nuestro primer café juntos, fumaremos, hablaremos de literatura y con esa mirada tuya, hermosa tiniebla rosada, ausente y blanca nariz que se arruga entre tu aurora de pecas, me dirás tan silenciosa que casi no escucharé..."¿Entonces?"
6 comentarios:
le gritare 1000 veces tu nombre al viento hasta dibujar la locura en su rostro y conocer el olor de sus hombros, ahhh !!! tus hombros ... oié ... MuaaaHHH !!! Te digo ven!, te digo Gracias! y te quiero, te quieros * Si hoy repetire tu nombre hasta volverlo deseo *
Mi comentario es el siguiente:
"Magnifico"
Maravilloso relato !
Maravilloso relato !
Quiero saber el nombre del autor, por favor, se los agradecería.
Y seran respuestas de la mañana el sus labios de atardecer, y seremos amores al alba una que otra noche, entonces dire..."¿Podemos repetirlo?"
Victor Cuevas
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