Creo que no soy el único que padeció y transpiró tratando de resolver los ejercicios incluidos en este clásico de la enseñanza matemática. Muchos cargamos bajo nuestro brazo aquél infame libraco. Recuerdo que en tercero de secundaria -en un arrebato de insolencia- arrojé el libro al fuego al terminar el curso. Vi arder sus páginas como si se tratara de un manuscrito nigromántico. Temí incluso que una maldición algebráica cayera sobre mí. Quedé marcado por ese insípido texto, sus dibujos descoloridos definieron el cariz de mis tardes adolescentes, en sus páginas de respuesta confirmé mil y un veces mi incapacidad para enfrentarme a problemas y ecuaciones. El otro día -recorriendo los empolvados estantes de una librería de viejo- me topé con un Baldor de pasta mohosa. Estaba a un lado de una versión ilustrada de las mil y una noches y de unos comics de Condorito... no sé, hay algo siniestro en ese libro ¿no creen?
domingo, abril 08, 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
3 comentarios:
¡Y no compraste el Condorito!
Y = MX + B
y el Nautilius es creado siguiendo los patrones gráficos del Logaritmo natural (e).
que estupidez
Publicar un comentario