En su bien conocido Talk Show de alta literatura, conducido por el taxidermista y filólogo por la Pontificia de Zalamea, Raúl Viera Solórzano, seguidor de Proust, bromea como siempre acerca del cadáver de Flaubert. El bachiller, quejumbroso tecolote utiliza gafas de enorme lupa haciendo notoria su miopía. Solórzano lleva la conducción con un ánimo entusiasta. El programa pretende, con distintiva humildad, un simulacro simplísimo de lo contemporáneo. La autoridad filológica pregunta al público, en tono de sátiro del medioevo, en donde obtener un cadáver de chacal para una instalación orgánica en Budapest.
Todos reímos en el canal poesía porque, según los brillantes productores, todos hemos leído a Celine, a Miller, a Emerson o a Proust. Las carcajadas del falso público son resultado de órganos polifónicos de segunda generación, xilófonos de calavera automatizadas por el grato e inmaculado ingenio Moldavo. En realidad el programa se filma en un antiguo cubículo de la UNAM, hoy documento de roca, perteneciente alguna vez al profesor de filosofía Leopoldo Zea.
El Arzobispo Mongol, antiguo maestre de campo general cristiano, pregunta a la comunidad acerca del número de acetatos de Lou Reed como solista, a cambio de la obra completa de Alfonso Reyes. Los regalos son siempre los mismos: Usigli, Paz, Fuentes o Reyes.
Orham Pamuk, reciente Nobel de literatura, es cuestionado acerca de su visión en torno a la hipercosmia psciforme y sus consecuencias en la repentina y supuesta caída de Estambul. Pamuk, ante el complicado cuestionamiento, habla de sexualidad mahometana y crímenes de guerra que el hombre centroeuropeo decidió pasar por alto.
Sergio Pitol se quita la camisa y permite que se le aplique crema batida de clara de huevo y vainilla francesa en la redonda formación de su pecho; se revolvían en sus amplias carnes ,nata y lúbricos con motivo de la obtención de fondos para una sociedad de poetas malditos en Bolivia. En el segmento Alfaguara: Gabo, Saramago, Fuentes y el viejo "Monsi", transmitiendo en vivo desde el Sanborn's de los azulejos; se reúnen a catar vinos. Los cuatro patriarcas mongoloides babean espumas, hablan acerca de sí mismos y de su importancia en Literatura Latinoamericana. Por su parte, Fadanelli, Mejía Madrid y Pombo, salen hacer barbaridades a las calles de Santiago de Chile con resorteras y cocteles de fuego instantáneo.
Los horóscopos y lectura de pliegues y membranas culares a famosos escritores los da Alexandro Jodorowsky. Ocurren tantas cosas, en el Talk Show de Literatura.
En el canal de poesía esa noche se elije mediante una tómbola la lectura de ese día, Fernando del Paso, desde un geriátrico en Dallas, saca el papel afortunado y dice: Luis Cernuda. Un Neónida lee algo completamente distinto a Cernuda y aparecen los créditos y la infinidad de universidades, fundaciones y alianzas filantrópicas relacionadas con tan magno proyecto.
Los espectadores están felices; qué entretenido es ver la caída de flemas y baba en la boca de nuestros admirados especialistas.
"(El programa) nos divierte al comprobar eso de que nuestra Fundación de las Letras es una divertida y siniestra red política de crimen organizado, eso además de la probabilidad de ver tetas a horas tempranas por la televisión".Confesó el pornógrafo Darío Fo, asiduo seguidor del programa, a la prensa especializada.
1 comentarios:
No olvidemos el programa especial del primer aniversario, en donde Guadalupe Nettel beso la barriga atiborrada de fresas de nuestro compañero de bulla, Vargitas, antes de que presentaran su nueva novela...y ahh!! una maravilla!!...las mañanas de cocina con con el Sr. Del Paso y los tips para las compras con el Xavier Velasco...genial el canal de alta poesía, simplemente genial
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