"¡Oh Rufai, perro de Akbar!"
Cántico Adoratorio
Cántico Adoratorio
El cachorro inglés de uno año y tres meses, Herbert Wright, ha demostrado cumplir con las demandas morales de una aristocracia intransigente, que educa a sus mascotas bajo rígidos códigos de conducta. La academia para perros "Happy Hound" reconoció el desempeño del cachorro en los rubros de higiene y conciencia social. El ilustre cánida defeca -siguiendo un calendario- en una bacinica automática, no ladra después de las ocho y evita ante todo estimularse con peluches y cojines. Herbert, lo llamaremos así de ahora en adelante, es bañado en una tina construida únicamente para él, bondadosos baños de espuma le son preparados, por no mencionar las sesiones de masaje en las que Herbert no ha podido evitar sacudir la cola frenéticamente. En materia de relaciones interpersonales, maridaje y encuentros repentinos, Herbert no ha decepcionado a sus admiradores. Novedosas posturas coitales han sido observadas en el pícaro canino, quien no se basta con saciar cachorritas de su clase, sino que se ha desenvuelto con éxito a la hora de interactuar con gatos y tejones, limando las asperezas que siempre han existido entre dichas especies. - ¡Una suerte de diplomacia lasciva sobre evolucionada!- dijo el New York Times. No contento con esto, el increíble sabueso ha desarrollado una inusitada capacidad musical, logrando modular su ladrido hasta generar una especie de cántico religioso. Louise y William Wright, felices residentes de picadilly y responsables de la fama del brillante "puppy"han decidido abrir un colegio privado para perros. - William y yo pretendemos ser los precursores de una primera aristocracia animal, extender los límites del pedigree reinventando una burguesía de cachorros elegantes- declaró Louise en una entrevista con la televisora "Animal Chanel". En la agenda de Herbert se encuentran una comida con el príncipe Español y su perro Fabrizzio y un simposio para mascotas superdotadas impartido por Francis Overmore, renombrado docente animal quien logró hacer hablar hebreo a un loro caribeño.
Foto: Mark Zibert
2 comentarios:
increible... a veces pienso que la mayoria de las especies animales son mucho mas educadas y recatadas que la mayoria de las especies humanas, ellos deberian de educarnos a nosotros, realmente nos darian buenas lecciones y de paso unas nalgadas por parte de un simio...
el mundo seria mejor si todos fueramos lémures segun pregonaba Burroughs si mal no recuerdo...
un abrazo y espero con ansias el siguiente texto!...
Ese perro tenía que ser inglés. Pero sería más efectivo animalizar a los humanos que educar a los perros. Me acomodaba más el formato anterior ¿a qué se debe el cambio?
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