Manifiesto Sublunar (Fragmento).

Para Warpola, seamos sinceros cada que se habla acerca del cosmos

finalmente estamos hablando por el.

La autentica Tortuga, indignada por la proposición aquella de que era la luna el óvulo de un conejo que quería ser toronja, tuvo la paciencia de explicarnos nuestro origen sublunario con su ábaco de hueso y cuentas de ombligo de lima, con las palabras que siguen.
En los campos de avena cuando el cielo no usa su gazne de negra pantera, la luna es a veces tan femenina que una aureola de plasma atmosférico le rodea. Aparece a veces cual formación de cera de abejas en la nébula, un diámetro fantasmagórico de gases; siendo su apotema el famoso astro de crema. Este ruedo de humo es un efecto óptico ocurrido en la troposfera. Lo habrán visto al salir con sus mastines de cacería. Sabrán entonces que no solo la luna se vuelve teta, sino todo el cielo tejido mamario con lunares de estrella.
Sus investigadores y especialistas en la observación de la consistencia del cosmos han procurado nombrar a cada lunar en sus famosos atlas solares.
Escuché a un poeta border line decir: La luna desde las refinerías de Kansas City, me parece un dardo de cola blanca quedo a la física del cosmos. Burda me pareció la adivinatoria del aquel poemista.
Aunque en general, su concepción acerca de Diana me parece mediana y ridícula.
Por que Dios (si existe) no reunió con sus dedos de titán migajón de queso azul danés para hacerles la luna.
Pero antes de cualquier revelación me gustaría que hicieran la siguiente consideración: que esta, su landa de arbustos de espino, lugar donde habitaron también sus primeros padres siempre a estado debajo de la nívea Diana. Les podrá parecer obvio el anunciado anterior pero me parecía importante recordarlo para el buen entendimiento de este manifiesto.
¡Levántense insolentes!; vengan con sus instrumentos de navegación dándoles el trato de artillería manual, reúnanse y apunten con sus escopetas ópticas (extraños primas de lupa) a los cielos.
Y según el alcancé y tecnología de sus catalejos verán por vez primera el viscoso principio de los tiempos:
Una manta raya de dorso estelar adecua su placa invertebrada de naranja exprimida en la bóveda celeste conformando así la gran vega nebular. En esta expansión apareció la tierra como una inanimada deformación de tinieblas y agua. Luego un pájaro hembra puesto en orbita por motivos externos a su mediano entendimiento puso un huevo de cal, el cual se incorporo al nacimiento de la vida prototransterrania haciendo con su inmaculada estancia temblar las aguas. Ustedes en sus Enciclopedias de ciencias naturales podrán encontrar este fenómeno con el nombre de marea. Y aquel caldo de nutrientes y tiniebla que solía ser el globo terráqueo obtuvo al instante movimiento. El índigo y cada océano navegable por nuestros botes fue generando organismos que o fuimos nosotros o fueron dominados por nosotros. Me sorprende que cuenten con documentos que justifiquen su supremacía sobre todas las cosas, pero en fin.
¡Habitantes de la subluna! Ese astro al que llaman, Venus, Diana, o Luna no es más que el huevo de un ave de roca.
Hoy muerta por daga con aquel filón fatídico de acero en el que ondea gloriosa la bandera norteamericana; para el astro, su labor de colonialismo espacial y sus múltiples vanidades fueron estaca de plata en el miocardio de un contramaestre nacionalsocialista.
Muriendo así (con celeridad prematura) su luna en 1968, el homicida: Neil Armstrong.
Diana a pesar de ser de roca era muy sensible.
La luna, mis idiotas especialistas de la NASA es ahora el fósil de la matriz de nuestra primera madre; que una vez, hace mucho tiempo reflejada en el agua fue marea roja, (temblor absolutamente necesario para el fenómeno vital). Organismos unicelulares – Protozoarios y amebas – Batracios pisciformes – Nenúfares de proporciones telúricas – Monstruos submarinos etc, etc, etc. Siguiendo un atlas de biología se puede completar el cuadro mediante el uso correcto de cualquier sistema de lógica formal.
Esto no se lo ha dicho sus científicos, pero para hacer vida solo se necesita un ovulo y una tina. Esto además de inagotable paciencia.
La luna es eternamente femenina, ellas por eso mismo llevan consigo la marca de la luna intrusa.
/El autor, que intentaba llevar el registro de todo interrumpiendo la oratoria del reptil quelonio propuso el siguiente cuestionamiento: ¿Entonces, es por eso mismo que cuando me acerco a María Luisa y está anda regla, mi copa de anís se tambalea?
Es natural poeta, lleva una luna roja en su organismo./
Luna nueva, hemorragia interna. Por luna, por regla. La aparente muerte de un tejido significa la reconstrucción de un nueva Tierra
La luna, como la mujer es vida, el hombre solo tierra.
Los nombro sublunarios, porque están debajo de la luna.
Entonces, por el amor del padre de todas las cosas: renuncien para siempre aquel terrible modelo geocéntrico bajo el que aun se rigen varias de sus instituciones, minúsculos gérmenes de carne no sean persistentes y abandonen por completo aquellos sentimientos medievales que los hacen pensar que son los principales en la nébula. El orden de las cosas es mucho más complicado.
Esto a pesar del impacto de sus comunidades de astrólogos y los in abatibles absolutos que plantea su futurología. El planetario desde el que expongo este manifiesto goza solamente de tierra y luna. No me obliguen hablar del sol porque si no sabría que decirles.
Todo esto lo vi desde el periscopio de un submarino negro de la CCCP.
Sentencio para finalizar la autentica tortuga.
El autor ahora se dedicaba a justificar cada dictamen de la Tortuga.
Era una pena puesto que el prefería la narrativa.