martes, diciembre 12, 2006

El Pulpo


Siniestro molúsco cefalópodo, misterioso nadador de oscuridades. Tu geometría estrellada de ventosas adherida a la roca coralina. Vigía agazapado en el fondo del océano, custodiando el litoral empapado de luna, una luna que enciende tus ojazos de monstruo submarino, que acusa tu excéntrica fisonomía, tu condición de monje taciturno. Desapareces como un mago detrás de tu tinta, chorreas una sombra más oscura que la noche y te alejas con tu propulsión silenciosa de tentáculos en expansión. Y otra vez te repliegas, amargo marisco de oquedades, y escudriñas la penumbra submarina distinguiendo a lo léjos una luz. Un halo luminoso repasando figuras en la arena, buscando curioso un destello de anémonas. La silueta negra de un buzo, su trémolo monótono de burbujas rompiendo el silencio, su impertinencia pulmonar inmiscuyéndose en tu hábitat. Vas por él, te aproximas como una corriente helada y tenebrosa, te expandes para el sacrificio y lo tomas con tus tentáculos, lo prensas llevándolo hasta el fondo, hasta tu caverna de conchas y caracoles, lo aprisionas santo beato de las profundidades y todo se pierde en la pantalla negra de tu tinta...

Ilustración- Víctor Hugo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

que son los neonidas???

Teresa © Todos los derechos reservados dijo...

Hermosa descripcion desde las profundidades, el negro puede ser tan mortal...