Epifanías para principiantes, Vol 2.

Primero me arrepentí, después lloré toda la tarde hasta que los planetas se dejaron ver en el centro de un cielo que se empezaba a ocultar. Nadie lo sabía. Y como cada vez que sucedía algo así intentaba hablar con un dios ficticio que nunca me respondía, fruncí el ceño mirando hacia las calles, dejando atras las religiosidades obscenas, dejando libre el apetito de sangre. Caminé por varias horas bajo el oscuro nebular de la cuidad, me oculté bajo mi gorra de sudadera tibia y al mirar de las banquetas, al sonar de las farmacias, al abrir de las miradas extrañas; la vida dejó de tener linealidad, el neón se despojo de sus atributos hasta esconderse en su gas suave. A partir de ahí las epifanías se contaron en forma unicelular, yo las numeraré en naturales.

1) La decadencia humana es una belleza natural. "La jacaranda esbelta deslizó sus pétalos de lluvia sobre los autos eléctricos. Melissa nunca imaginó que su auto pudiera guardar miles de hojas púrpuras, se veía hermoso y mojado."

2) "El Celeste" es una imaginación neutral, canalización de tristezas, esmalte de vacíos, al tiempo también le duele. "Desde la azotea se podían ver los cometas deslizantes, Kristoff no pudo evitar pensar que sería maravilloso surfear en la península de alguno de ellos."

3) La negación etapa de santos, religión meticulosa o un dios con el cual hacer treguas. " En una profunda tristeza, en medio de un vacío espiritual terrible, El Magíster intento hablar con Dios, después de varios intentos y desesperado por no recibir respuesta, decidió hablar con los grillos."

Las calles se pintaron con acuarela infantil, algunos niños salieron a jugar con una pelota desinflada y sin pensar en la muerte comulgué con los fantasmas. Nos escuchamos por largo tiempo y me di cuenta de que no me falta lo que durante tanto tiempo me ha faltado.*


*Epifanías para principiantes. Filosofía de dunas y de locura se cuelgan los grillos. Ed. KomandroviaStation. Ciudad Hermes 1979.